Aunque
también podría titular la crónica de esta carrera como “Lo que el viento no se
llevó”. ¿Y por qué lo digo? Porque si no hubiera sido por el viento, el día
hubiera sido perfecto del todo y también porque el viento no se llevó todo lo
bueno y lo bonito vivido hoy.
El viento no se llevó… esos grandes momentos llenos de gran compañerismo
El viento no se llevó… esas fotos bonitas, divertidas, emotivas y llenas de sentimiento
El viento no se llevó… a ese gran equipo de animación
El viento no se llevó… a las poquitas personas que animaban en la calle o desde sus casas
El viento no se llevó… a mis padres, que me animaron en los últimos kilómetros
El viento no se llevó… las ganas de terminar una media maratón por primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta, … vez
El viento no se llevó… esas charlas y esas palabras de ánimo durante la carrera entre las 5 que compartimos muchos kilómetros juntas
El viento no se llevó… a los amigos que íbamos haciendo por el camino
El viento no se llevó… a todos esos voluntarios, organización, policía, etc. que permitieron que esta carrera fuera posible
El viento no se llevó… esas medallas, trofeos y pódiums.
El viento no se llevó… todas las frases, palabras de agradecimiento de un@s a otr@s antes, durante y después de la carrera, en persona y por otros medios.
Ritmos,
tiempos, clasificaciones hoy se dejan de lado. Hoy lo importante ha sido
disfrutar y compartir buenos momentos con familia, amigos y esa pequeña gran
familia de Psicofitness.
Mi
tercera media maratón, la primera en casa tras dos fuera (Valencia y Madrid) va
a ser inolvidable por las buenas sensaciones que he tenido, por todo lo vivido
y por todo lo que el viento no se llevó.
¡Muchísimas
gracias a tod@s l@s que habéis hecho posible que este día (25 de noviembre de
2018) y esta carrera (II Media Maratón Ciudad de Roquetas de Mar) hayan sido
inolvidables, a a tod@s l@s que habéis estado hoy ahí!
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