46.XXII Medio Maratón Internacional Ciudad de Almería. 3 de febrero.

Dicen que en esta vida, todo llega en el momento exacto en el que tiene que ocurrir ¿Por qué digo esto? Porque después de 5 participaciones en los 9 km saludables (2014, 2015, 2016, 2017 y 2018), carrera paralela al Medio Maratón de Almería, este año ¡por fín! recorría esos 21,097 km por las calles de mi ciudad. Es una carrera que llevaba mucho tiempo queriendo hacerla, prácticamente desde que empecé a correr pero, que por diversas y diferentes circunstancias, he ido posponiendo a lo largo de estos años ¿decisión acertada o equivocada el haber dejado pasar tanto tiempo? Creo que acertada pues, como he dicho al principio, todo llega cuando tiene que llegar y ahora era el momento de correr el Medio Maratón Ciudad de Almería ¿por qué? Pues porque ya había cumplido mi objetivo en los 9 km saludables, porque estaba preparada gracias a todos los entrenamientos realizados, sin nervios al ser ya mi 4ª media maratón (ya ha pasado casi un año de mi primera Media), porque me sentía más fuerte que nunca y porque iba a ir muy bien acompañada durante la carrera con mi compi de entrenamientos, Silvia, que iba a hacer su primera Media Maratón.







Una frase que repetí mucho, los meses previos a la carrera, fue: "No me gusta el nuevo recorrido, repetitivo, apenas pasa por el centro/ casco histórico de la ciudad y con subidas feas", al cruzar la meta diré que mi opinión era otra. No sé el número exacto de participantes en otras ediciones de este medio maratón pero señalar, que a la vista, mi sensación es que había más corredores que nunca, por eso pasaron casi 2 minutos desde que dio el pistoletazo de salida, hasta que cruzamos el arco que marcaba la salida. 






Los primeros kilometros estuvimos muy bien acompañadas y muy divertidas con los legionarios que participaban y al ir en bajada, se hicieron muy cortos y como todo lo bueno se acaba, empezaba la primera subida a la Avenida del Mediterráneo, un poquito pesada por el aire que teníamos en contra. Mi impresión es que habíamos empezado muy fuertes y no sabía si yo iba a aguantar ese ritmo hasta final y digo yo, porque sabía que Silvia si. Despúes de unos kilómetros en llano ¡otra subida!: Rambla Federico García Lorca y luego ¡otra subida!: además una que "me super-encanta" (modo ironía al máximo): Obispo Orberá, deseando llegar a la Puerta Purchena para ir bajando, recuperar el aliento un poco y coger fuerzas para lo siguiente que nos esperaba: toda la recta del Parque Nicolás Salmerón hasta la rotonda de Pescadería con viento de poniente en contra. 







Era nuestro día porque seguíamos a buen ritmo y conseguimos uno de nuestros objetivos: bajar de la hora en los 10 km y lo hicimos por muy poquito pero lo hicimos, así que motivación a tope para lo que nos quedaba de carrera. En el Puerto de Almería, nos dijimos ¡hasta luego! ya que Silvia tiró, al ser sus finales son muy buenos y yo me quedé ¿qué paso? Pues que Silvia volaba y yo seguía manteniendo un ritmo constante que me permitía no perderla de vista, a la vez que iba adelantado a muchos corredores en la inmensa Avenida Cabo de Gata. Iba supercontenta, supermotivada pero a partir del km 16 con 5 km que me faltaban (4 de ellos de subida y con viento en contra) mi cuerpo era incapaz de vencer a un viento que intentaba echarme hacia atras e impedir que cruzara la meta, mi cabeza decía: "vamos bien, vamos bien" pero cuando me pitaba el reloj el paso por km y veía que los tiempos eran malísimos, me decía a mi misma: "esto no puede ser, si estoy dando lo máximo", a pesar de las adversidades, seguí corriendo dando todo lo que podía y cuando en el km 20 mire el reloj, hice cuentas y ví que si apretaba un poco, podía superar mi mejor marca en medio maratón (2 horas 10 minutos 24 segundos), salí disparada como un cohete pero no fue lo suficiente para conseguir mi objetivo porque me faltaron, nada más y nada menos que ¡25 segundos!, después de último esfuerzo y esa pequeña desilusión, fue una alegría encontrarme a mi compi Silvia, esperándome, estuvo allí durante los 4 minutos que transcurrieron entre su llegada y la mía, tiempazo para su primera media: 2 horas 6 minutos.




Fuimos juntas a reponer fuerzas y luego a buscar a nuestros compis de Psicofitness que habían participado tanto en la media como en la prueba corta de esta XXIIª edición. No estuvimos mucho tiempo por allí y nos marchamos de la misma manera que habíamos llegado, juntas. Fue una pena no poder compartir el momento de cruzar la meta al mismo tiempo pero estoy segura que otra vez será ;) porque nos quedan muchos kilómetros juntas tanto en carreras como en entrenamientos y esta no va a ser nuestra primera media, habrá muchas más.









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