Normalmente
las crónicas de las carreras en las que tomo parte, suelo ponerlas en el
apartado Mis carreras, creando una página aparte, por lo que para poder leerla
hay que entrar directamente en el mismo, puesto que en la página principal del
blog no aparece. Además, al escribirlas suelo remontarme (como mucho) varias
semanas o días atrás de la carrera; en algunas, como ya sabes, me centro
únicamente en el día de la carrera ¿Y por qué digo esto? Porque esta vez va a
ser diferente, porque ha sido una carrera diferente y porque ha marcado un
punto de inflexión en mí. En esta ocasión, como ya estás viendo, has encontrado
la crónica en la página principal (también hay enlace en Mis carreras) y me voy
a remontar muchos años atrás, como verás a continuación.
De
ser una película, la historia que te voy a contar en esta crónica, sería la
típica en la que la protagonista es una chica con muy buen expediente académico
(menos en Educación Física) y a la que le encanta el deporte pero no destaca
por algún problema de salud, enfermedad o simplemente porque no se le da bien. Y al final, después de muchos años y a base
de… Bueno, esto ya lo sabrás si continúas leyendo hasta la última línea.
Mi
película comienza hace muuuuuuuuuuuuchos pero que muuuuuuuuuuuuuuuuchos años, en
concreto en el año 1997, con 14 años. Patio
del Colegio Ntra. Sra. del Milagro (Almería). Clase de Educación Física. Prueba
de resistencia que consistía en dar –X– vueltas al patio, durante determinado
tiempo, íbamos en orden de lista, varios al mismo tiempo y varios de los que
precedían, me iban doblando, adelantado y como consecuencia, terminando antes
que yo. No estaba lesionada, ningún problema muscular ni de huesos, no tenía
sobrepeso y… ¿por qué iba muy lenta y todo el mundo me iba adelantando? Porque
me acompañaba ya desde hacía algunos años, mi queridísima e inseparable amiga
la alergia a los ácaros, que traía consigo rinitis y… asma, a pesar de ello,
jugaba al baloncesto, no anotaba pero era muy buena defendiendo.
En estos años atrás,
seguí haciendo deporte pero de manera muy intermitente: en el instituto de 1997
a 2001 no hice nada y durante mis años de Universidad, tuve una temporada (casi
2 años) en la que madrugaba para ir a nadar por libre 40 minutos, cuando abrían
la piscina (7:30 am) antes de entrar a clase a las 9:00 am.
En esto del running,
hice mis intentos en 2010 y 2011 pero sin éxito y sin continuidad. Estos se
debían a que quería hacer algo de ejercicio porque si no lo hago, tengo
tendencia a coger a peso. Cuando empecé ya en serio y con continuidad fue en
agosto de 2012 (hace ya 5 años y 7 meses) por consejo de un amigo. Desde
entonces:
-512 entrenamientos
-34 carreras
-2921,3 km
-3 lesiones = 3
parones
-Pasar de un ritmo de
8:00 min/km a correr en 6:00 min/km e incluso en 5:15 min/km (en entrenamientos
de series)
-Pasar de correr 3-4
km seguidos a correr 21 km sin parar
-1 trofeo como 3ª
clasificada de la categoría Veterana A Femenina (enero 2018)
-Muchas alegrías
-Muchas barreras
derribadas
-Mucho trabajo
-Mucho esfuerzo
-Haber conocido a
personas increíbles
-Haber hecho buenos
amigos
-Ser parte de un gran
equipo y 2ª familia (Psicofitness) desde hace 2 años y 2 meses
-Ser la estrellita *
de 3 estrellitas ***
-Grandes momentos
-Muchas sonrisas y
alguna que otra lagrima
…
…
…
…
…
…
…
…
…
…
…
…
-Terminar una Media Maratón
¡Sí!
La chica de 13-14 años que era incapaz de dar 2 vueltas a un patio de colegio
(no muy grande), a sus 35 años ha llegado a terminar una Media Maratón, en
concreto la Mass Race del Mundial de Media Maratón Valencia 2018 con un tiempo
de 2 horas 10 minutos y 20 segundos, no es una gran marca pero ya el simple
hecho de haberla terminado y haber corrido en mejores ritmos que entrenamientos
(6:35 min/km en tiradas largas previas a la carrera y en 6:07 min/km en la
Media Maratón), superando lo previsto, es una GRAN alegría y el premio al
esfuerzo y constancia durante estos casi 6 años corriendo, en los que como has
visto, he tenido de todo (cosas buenas y otras no tanto). Ya he corrido una
Media Maratón ¿y ahora qué? Pues a continuar trabajando para poder hacer más,
mejorar el tiempo que hice en Valencia y seguir poniéndome objetivos, buscar
nuevos retos para seguir rompiendo barreras e ir buscando experiencias y
carreras diferentes.
Bueno,
pensarás que estoy hablando mucho pero no he dicho todavía absolutamente nada
sobre la IAAF/Trinidad Alfonso Campeonato del Mundo de Media Maratón Valencia
2018 del sábado 24 de marzo, ni del fin de semana con mis compañeros de
Psicofitness.
Esta
Media Maratón para mí empezó mucho antes, en concreto en noviembre de 2017
cuando decidí correrla si o si (si no se cruzaba por medio ningún
inconveniente), haciendo inscripción y reservando el hotel. Un mes antes
(octubre de 2017) había tenido la oportunidad de haber participado en la Media
Maratón de Roquetas de Mar pero venía de haber entrenado apenas 2 meses tras
uno de los parones que he tenido en estos casi 6 años corriendo. Tenía ganas de
hacer una Media Maratón prácticamente desde que empecé a entrenar acompañada
(octubre-noviembre 2013) pero, siendo sincera, hasta hace poco no estaba
preparada para hacerlo y esperar ha sido lo correcto, ya que a día de hoy puedo
decir que estoy mejor que nunca en todos los sentidos (física y anímicamente) y
he elegido el momento adecuado para hacerlo.
Nos repartimos en
varios coches para ir a Valencia. Terminar del cole (soy maestra, para quien no
lo sepa)
y con la maleta y la mochila al coche con Mª Ángeles, Jacinto y Diego
para pasar casi 4 horas de viaje, en coche, desde Almería, que se hicieron
interminables. Bajarme del coche en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de
Valencia sobre las 7 de la tarde para recoger mi dorsal y quedarme con la boca
abierta por lo que estaba viendo, no tiene precio ninguno (era también la
primera vez que estaba en Valencia). Un poco perdida, fui preguntando para ver
por donde tenía que entrar, tuve la gran suerte de encontrarme con un señor muy
amable que me acompañó casi hasta la misma puerta, ya allí dentro era fácil
orientarse y encontrar donde recoger dorsal y bolsa del corredor. Con mi dorsal
y mi bolsa del corredor y unas cuantas fotos, salí a dar una vuelta por los
alrededores y me acerqué (todo lo que se podía) al arco de meta, esa pasarela
azul sobre el agua (¡impresionante!). Esperé un rato a que me recogieran para
ir a cenar con todos los que íbamos a correr y con los animadores/acompañantes,
después a dormir y descansar para estar fuerte para el sábado. Mañana de sábado
tranquilita, levantándome a mi hora de siempre (7 de la mañana), viendo la
clasificación del GP Australia de F1, ducha, desayuno, paseíto y compras en los
alrededores del hotel (afueras del centro de Valencia), comida en una pizzería
a la 1 de la tarde y ya vuelta al hotel para prepararse.
Preparé mi mochila
con ropa para cambiarme después de la carrera para la cena porque pensaba que
no me iba a dar tiempo a coger el último bus que iba para el hotel (8:15 pm).
No sé lo que tardamos en llegar, ni me fijé en la hora, fui hablando casi todo
el tiempo, primero por teléfono con mi padre y luego con mis compañeros.
Bajarme del autobús y algunas fotos, ir al aseo y de paseo por allí, más fotos
a las 4:30 con todo el equipo y a dejar la mochila en el guardarropa porque se
iba acercando la hora. Vimos la salida de las mujeres profesionales 5:00 y
luego ya a buscar los cajones de salida, evidentemente por no tener marca en
Media Maratón pues tuve que salir al final del todo, de esas casi 15.000
personas inscritas. El arco de salida se veía muy lejos, nervios, el GPS del
reloj no quería conectarse, nervios, empezaron a caer unas gotas de lluvia, más
nervios pero paró y salió el sol en el momento en el que sobre las 5:40 pm
pasaba sobre ese gran arco de salida y comenzaba mi primera Media Maratón.
Empecé tranquila, me
sentía muy bien y decidí mantener ese ritmo, pensaba que iba algo lenta pero,
cuál fue mi sorpresa cuando al pasar por el km 1 y mirar el reloj ver 6:08
min/km, me dije a mi misma: “¡Si voy tranquila, si no voy tan rápido!” (las
sensaciones que tenía), continué así km tras km, la lluvia, el viento y el sol
cegador entre los km 4,5 y 6 no me frenaron, ni a mí, ni a los corredores, ni a
voluntarios ni siquiera a las muchísimas personas que estaban animando en las
calles ¡increíble el ambientazo y un 10 para ellos (público y voluntarios)!
Todo iba bien, muy contenta, dando las gracias a todo el mundo que me animaba,
chocando manos a los niños,.. hasta el km 10-11, que empecé a notar molestias
en la rodilla y esa sensación de bloqueo que me impide darlo todo, me dije:
“¡No puede ser, ahora no, todavía me quedan 11 km, quiero terminar! ¡Venga, no
duele nada, vamos a continuar, olvídate de la rodilla!” y eso hice, me olvidé
de lo que me estaba pasando, me centré sólo en correr y correr y visualizar esa
meta, de pensar en todo el esfuerzo y trabajo que había hecho para llegar allí,
durante 3 km (km 11, km 12 y km 13) no notaba mejoría y los ritmos empezaban a
empeorar. Durante todo el recorrido había puntos de avituallamiento con
voluntarios que animaban, en el km 13 esa pequeña marea azul me dio el empujón
que me hacía falta, sus palabras y sus gritos de ánimo tras llevar 3 km
sufriendo, me dieron alas para, literalmente empezar a volar en los 8 km que me
quedaban, no sé que me pasó por la cabeza en ese momento, que pensé en último
entrenamiento que había hecho en esa semana, precisamente de 8 km y me
dije:”Vivi, a correr como el jueves en el entrenamiento”. Mis mejores tiempos
en carrera fueron en los últimos km, bajando de 6:00 min/km, haciendo varios
5:50 min/km seguidos. En el km 18 llegó otro momento clave, acababa de pasar
por la Plaza de Toros, cuando me vibró el reloj y vi 1h50, me emocioné y me
quedé sin palabras ¿por qué? Pues porque mi única referencia en 18 km (era en
un entrenamiento) y el tiempo fue 1h58 ¡Si, había mejorado mi marca en 8
minutos! ¡Increíble pero cierto! Me volví a emocionar como en el km 13 y si ya
estaba dándolo todo, me exprimí al máximo hasta entrar en la Ciudad de las
Artes y las Ciencias, cruzar esa pasarela, haciendo mi mejor km en carrera
(5:47 min/km) y terminando con un sprint en esa impresionante meta.
Fui a buscar mi
medalla de finisher y como había terminado antes de lo previsto, salí pitando a
coger mi mochila al guardarropa para poder coger el bus de vuelta al hotel, en
el camino al guardarropa imagina la velocidad que llevaba después de los 21 km,
que hubo quien me dijo: “después de todo lo que has corrido, todavía tienes
fuerzas para correr así”. Cogí la mochila, al bus, donde coincidí con Fran y
Cris, me echaron algunas fotos con mi medalla y antes de llamar a la familia,
escribí en el grupo de Whatsapp de la Media de Valencia para que supieran que
había llegado y diciéndoles mi tiempo, además a Mariajo para decirle que al
final no me duchaba en su apartamento, que me iba al hotel. Llamé a casa y
cuando dije el tiempo que había hecho, mi padre soltó: “¿No decías qué ibas a
hacer sobre 2 horas 20 – 2 horas 25?” seguido de un: “¡Enhorabuena!”; además
hablé con mi madre y mi hermano Alex. Al bajarme del autobús, a la llegada al
hotel, no podía ni andar. Ya con la WiFi del hotel mandé fotos y un pequeño
mensaje de Whatsapp a algunos amigos para que supieran que había terminado y
estaba bien y ya a la ducha. En el hall del hotel, al encontrarme con los
compañeros y los jefes (entrenadores), también me felicitaron, además me
dijeron justo lo mismo que mi padre, jejeje.
Cena para reponer
fuerzas, tanto de los que habíamos corrido como de los acompañantes/animadores,
que también se habían movido y andando bastante durante el día, una cena en
familia.
Así
terminó el día de mi primera Media Maratón y así termina la película que
empezaba a contar al principio de esta crónica pero aquí no acaba todo; esta es
una película que al terminar, aparece el rotulo de: “Continuará”, pues lo
dicho, que continuaré Corriendo, soñando y viviendo y ya con nuevos objetivos y
retos en mente, esta cabecita tampoco para. Que nunca te digan que no puedes
hacer algo; si quieres, se puede. El camino no suele ser fácil, hay que
trabajar día a día y esforzarse y así llegan los resultados y también las
alegrías, como la que me llevé al terminar mi primera Media Maratón, tras la
cual subí una foto con el dorsal y medalla, junto a estas palabras en mis redes
sociales (Instagram, Facebook y Twitter):
Si digo que he
disfrutado y me he emocionado, corriendo mi primera Media Maratón (21 km) con
lluvia y con viento, pocos me entenderían pero... llegar aquí, cuando con 13-14
años no podía ni dar 2 vueltas al patio porque me faltaba el aire (asma)... es
increíble.
Esfuerzo, constancia,
espíritu de superación y mucha cabezonería, así soy yo y así he llegado a
cruzar la meta de una Media Maratón. Si se quiere, se puede.
Muchísimas gracias a
todas las personas que me habéis ayudado a llegar
aquí y también a las que me habéis estado animando.
Y para ir terminando
esta larga crónica, largo como el camino que he recorrido para llegar a correr
mi primera Media Maratón pero no tanto como la misma, ya que esos 21 km se me
pasaron volando, una frase que leí (no sé de quién es) hace algún tiempo y que
me define a la perfección (a los más cercanos, quizás os suene porque es la
frase de estado que tengo puesta en Whatsapp):
“Un guerrero no es el que siempre gana, es el que siempre
lucha”
Para
terminar, quiero dar las GRACIAS a
todas las personas que me han ayudado y me han animado un montón para llegar a
acabar una Media Maratón y que también sé que estarán ahí, para seguir
cumpliendo objetivos y cruzando muchas metas. No voy a seguir ningún orden en
concreto, así que nadie se enfade ¿vale?
A un buen amigo, que un día me aconsejó salir a correr allá por 2012… y le hice caso
· A
mi familia (ellos sabes a quienes me refiero) por animarme todos los días, a mi
padre y mis hermanos por sus consejos y a mi madre por dejarme ir a entrenar
estando resfriada.
·
A
mis entrenadores (y compañeros también en Psicofitness): Marimi y Antonio
·
A
tod@s l@s compañer@s y amig@s que han compartido (en algún momento) entrenamientos,
carreras, risas y buenos momentos:
·
Dani
(mi primer compi de entrenamientos y ahora uno de mis mejores amigos) y su
hermano Fran.
·
Mis
estrellitas: Silvia, Tibi y Marcela
·
Fan
número 1 del blog, gran deportista y excelente persona: Sofía
·
Mi
compi Gema, que siempre vamos juntas en los entrenamientos
·
Compañer@s
de Psicofitness, que me habéis animado un montón, ya haya sido en
entrenamientos y/o carreras. (tod@s l@s
que están actualmente)
·
Personas
estupendísimas con las que también he compartido buenos momentos corriendo, que
han estado en Psicofitness (en algún momento) y que me alegra un montón encontrármelas
y hablar con ellas (no digo nombres
porque no me quiero dejar a ninguna, pero son muchas)
A María, una gran amiga, que nos conocemos desde la infancia, con la que he compartido algunas carreras, que me anima muchísimo y se alegra un montón con lo que voy consiguiendo, además de darme buenos consejillos como buena fisio que es.
A mi sister Leyre, que aunque esté en la otra punta de España, me anima un montón desde Logroño
A Adri, que también me anima desde lejos y que ve me capaz de todo
A Pablo, Joaquín y Eli, que han estado de público, animándome en alguna carrera y que se alegran de mis éxitos.
A Inés
A Adela
A algunos de mis actuales compañer@s del cole
Y a tod@s l@s que en algún momento me habéis animado
No hay comentarios:
Publicar un comentario