domingo, 4 de noviembre de 2018

Mi segundo Medio Maratón: III EDP Medio Maratón de la Mujer de Madrid (28 octubre)

Una vez que haces tu primer medio maratón y lo terminas con buenas sensaciones, te entra el gusanillo, piensas que con uno no es suficiente y te dices: "¿y por qué no otro?" Pues es lo que me ocurrió, al poco de cruzar la meta en Valencia el 24 de marzo; en mayo o junio no sé exactamente cuándo, "la jefa" (como llamamos a nuestra entrenadora) mando por Whatsapp el cartel de una carrera que para la mayoría pasó desapercibido pero para mí no: era el del III EDP Medio Maratón de la Mujer Madrid 2018, tenía ya fecha confirmada del 28 de octubre, así que dejé la imagen en el móvil, no la borré y entré en la web de la carrera para saber un poco más.


Pasó el verano, donde sólo participé en una carrera en julio y a finales de agosto pasando unas minis vacaciones de finde en casa de un amigo, recordé la carrera y en ese preciso momento, tomé la decisión de apuntarme si o si a mi vuelta a Almería y comentárselo a la jefa para empezar a prepararla y así hice: dicho y hecho. Todo el mes de septiembre y gran parte del de octubre a tope con los entrenamientos, incluidos los lunes, que por trabajo (soy maestra de Francés) llego a casa sobre las 8 y media de la tarde y no entreno con mis compañeros de Psicofitness, preguntaba lo que tocaba ese día y salía a hacerlo por mi cuenta, ya estuviera cansada y/o resfriada.

Muchos amigos y conocidos me preguntaban si iba acompañada, si iba conmigo alguien de Psicofitness y mi respuesta era siempre la misma: no, a lo que seguía otra cuestión: ¿y vas a ir tú sola?, a lo que respondía que sí. Además no iba a estar sola allí, en carrera lo iba a estar con muchísimas mujeres de diferentes rincones del mundo y en meta iba a tener a un gran amigo esperándome.

Tuve además la gran suerte de no tener que buscar alojamiento puesto que me pude quedar en casa de un grandísimo amigo. Aunque la carrera era un domingo, yo salí de Almería el viernes después de comer en tren. El sábado, día previo a la carrera, fui a recoger mi dorsal a la Feria de la Corredora y ya aproveché que estaba en la Calle Serrano para hacer unas compras, dada la abundancia de tiendas que hay allí y así hacia tiempo mientras mi amigo terminaba de trabajar. Comí en su casa y pensé dar una vuelta después hasta las 7 que salía del trabajo e íbamos a ir al teatro con otros amigos pero... empezó a llover y con viento y decidí quedarme en casa calentita en el sofá, viendo una peli y con las mantas, solo me faltaron las palomitas.

Dicen que cuando planificas una cosa, no siempre sale como quieres: yo tenía pensando correr con camiseta sin mangas y pantalón corto pero al final no pude y previendo que venía una ola de frío, llevé ropa para correr de más abrigo. La verdad es que no esperaba que hiciera taaaaaaaanto frío como hizo: a las 7:30 de la mañana, 1 hora y media antes de la carrera, los termómetros marcaban 3 grados y la app de mi móvil, señalaba que con sensación térmica de 1 grado bajo cero.

Me situo en mi cajón de salida, dando saltitos y calentando para evitar cualquier lesión y concienciada de que los 7 primeros kilómetros eran en subida, hice lo que todo el mundo me dijo: disfruta y olvídate de tiempos y así hice, me dejé llevar por sensaciones y en el km 4 (rodeando Nuevos Ministerios) mi cabeza empezó a decir: "vamos muy mal, con esto no puedo" pero por otro lado decía: "llevas ya más de la mitad de la subida, sólo quedan 3 km, tienes pronto avituallamiento y te están esperando en meta", continué, a pesar de no encontrarme bien y antes del  km 7, en el tunel que hay antes de llegar a Plaza Castilla, vi a las liebres de 2 horas 15 minutos y me animé muchísimo y me dije a mi misma: "pues no voy tan mal"¿por qué? Pues porque en Valencia, en mi primera media, hice 2 horas 10 minutos y no tuve nada o casi nada en contra y el recorrido era en llano. A partir de ese momento, cogí fuerzas para la bajada y para lo que quedaba de carrera, haciendo uno de mis kilómetros más rápidos (km 9), dándole la vuelta al Bernabeu (siendo madridista, pues hace ilusión, jejeje). Llegando a Cibeles, me percaté de algo que no había previsto, ya que no me conozco al dedillo Madrid y era que me esperaba más subida (Cibeles-Puerta de Alcalá y Gran Vía); no me vine abajo, a pesar de hacer mi peor kilómetro en carrera y una vez en Callao (km 15) tuve mi segundo subidón en carrera, mi cuerpo respondía y sin tan siquiera darme cuenta, fui acelerando poco a poco para así hacer una última parte de carrera mejor que la primera.

Quedando ya metros para la meta y teniéndola muy cerca, tuve las suficientes fuerzas para entrar haciendo un sprint, que no sé cómo no me maté teniendo en cuenta que el suelo era de adoquines, jeje. Me dieron mi medalla de finisher, repuse fuerzas, recogí la mochila y a buscar a mi amigo Adri, que entre tanta gente que allí había me fue difícil encontrarlo. Ya juntos, sesión de fotos, que como ya os dije por Facebook, están chulísimas, nos sentamos a hablar un poco y ya vuelta a su casa para comer y recoger mis cosas y otra vez corriendo pero en este caso para no perder el tren de vuelta a casa.

Resumiendo: un finde estupendo, en muyyyyyyy buena compañía y muuuuuuucho frío. Satisfecha y muy contenta de haber terminado mi segundo medio maratón en 2 horas 16 minutos, demasiado bien, si se tiene en cuenta todos los factores que tuve en mi contra:
-Muyyyyyyyyy resfriada
-No dormí mucho y pasé mala noche
-Me levanté fatal del estómago por los nervios, llegando incluso a vomitar
-No sentía los dedos de las manos durante la primera parte de la carrera (por el frío)
-9 km aproximádamente de subida (7 de ellos seguidos)



De esta carrera me quedo con el espíritu de compañerismo entre corredoras, animándonos unas a otras, sin tan siquiera conocernos y con la alegría que supone estar acompañada por un gran amigo, en un momento como éste; así que otra vez te digo: "¡Muchísimas gracias Adri!". Haber cruzado esa meta sin nadie esperándome, hubiera sido triste por no poder compartir con alguien cercano (amigo/familia), lo que acababa de conseguir. Porque para mí cada carrera que termino es un reto superado.

¡Y no hay descanso porque próximamente voy a por otro reto: 14 km del Gran Fondo Meditérraneo! Así que toca seguir… corriendo, soñando y viviendo