“A ver si nos centramos, ¿estamos en un blog sobre running o no?” Seguro que más de un@ puede estar haciéndose esta pregunta, ya que en estas
últimas semanas los artículos han tratado sobre temas tan dispares como el tiempo,
los pies y la natación, aunque con una pequeña conexión con mi experiencia en
el mundo del running. Pues esta semana continúa la misma dinámica, así que
siento decepcionar a quienes esperaban que hablase sobre entrenamientos,
carreras, etc.
Bueno, ¿El poder de la mente? ¿A qué se debe ese título? “Poder”
y “mente” juntas en la misma oración. Seguro que a más de un@ le sonarán frases
tales como: “Un poder conlleva una gran responsabilidad” y “La mente nos juega malas
pasadas”. No las he elegido al azar, ya que si no controlamos nuestra mente, si no le damos buen uso, si no
sabemos cómo manejar este poder que
tod@s tenemos y que nos convierte en héroes o villanos según lo usemos, si no
hacemos lo correcto con él, nuestra mente
nos puede jugarnos malas pasadas y precipitarnos hacia abismos insospechables.
La manera en que enfoquemos nuestras vidas depende y
mucho (más de lo que creemos) de nuestra forma de pensar. Hay quien cree que la
mente no se puede controlar, que nosotr@s no controlamos lo que hacemos y que
las cosas pasan porque tienen que pasar y ya está, pues no, quien piensa así
está equivocado. Si entrenamos nuestro cuerpo, también podemos entrenar nuestra
mente, todo es cuestión de crear hábitos, ser constantes y hablar con nuestro
yo interior, igual que hacemos cuando entrenamos nuestro cuerpo y si estamos
pasando por un mal momento, estar dispuest@s a cambiar y eso se consigue
mentalizándonos que si algo no funciona, hay que hacer algo distinto hasta que
logres tus objetivos y no quedarte con los brazos cruzados, bloquearte por
completo y esperar a que la solución llegue por sí sola.
Os preguntaréis por qué escribo sobre esto, se debe a
algo que me ha pasado no hace mucho y que relaciona el poder de la mente con el
running. Algun@s os acordaréis que hace poco en en el artículo “Pies para que os quiero” os comentaba que mis molestias en la rodilla se debían a un problema
en los pies. El tiempo que pasó entre que comenzaron las molestias hasta que
supe lo que ocurría fue un periodo algo raro para mí, me encontraba distinta,
cuando salía a correr lo hacía con miedo por si me podía hacer daño y los
dolores ir a más, no daba todo de mí, estaba como bloqueada, tampoco mejoraba
mis tiempos y parecía que iba para atrás como los cangrejos pero de repente de
la noche a la mañana todo cambió, ¿a qué se debió este cambio repentino? ¡Milagro!
No. Ahí es donde reside el poder de la mente, ya al saber lo que me ocurría, me quedé más
tranquila y eso hizo que mi mente se despejase y se liberase por completo y al
mismo tiempo lo hizo mi cuerpo, volvía a ser la de antes, más animada y con más
fuerzas a la hora de salir a correr, mejor que nunca, incluso mejorando marcas
a pesar de ser verano y hacer bastante calor. Nuestros pensamientos influyen en
nuestro estado de ánimo y éste, en lo que hacemos día a día ya sea en casa, en
el trabajo, etc.
Además de lo que ya he contado, decir que mi recorrido en
el mundo de running está muy relacionado y va de la mano con mi entrenamiento
mental, ya que al mismo tiempo que iba mejorando, cumpliendo objetivos que me
ponía, haciendo cosas que veía muy lejanas y que creía que no iba a conseguir
como: mejorar y mucho mis tiempos iniciales, participar y terminar carreras,
llegar a correr 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12 y hasta 13 km (que hasta ahora es mi
tope), quien me lo iba a decir a mí que haría esas distancias corriendo y con
la dichosa alergia y el asma; al mismo tiempo que esto ocurría me iba diciendo
a mi misma y ya de paso a mi mente que si estaba logrando cosas de las que no
veía capaz, a través del esfuerzo, la constancia y el trabajo diario, esos
mismos pensamientos que estaba aplicando en el running los podía desarrollar
perfectamente en mi día a día, en mi vida (que en ese momento era un poco
caótica y sin rumbo) y eso fue lo que lo hice, entrené mi mente al mismo tiempo
que entrenaba mi cuerpo y a día de hoy puedo decir que estoy muy contenta y me
siento estupendamente, que a pesar de la situación actual, no me desanimo y me
he mentalizado que tarde o temprano todo lo bueno llega.
Así que entrenar vuestra mente, a despejarla de malos
pensamientos y si os animáis, ya de paso (y si queréis) a entrenar vuestro
cuerpo.