martes, 22 de julio de 2014

¡1, 2,3… todos al agua!



Almería, martes 22 de julio, 15:23 h., 33 grados (según el móvil, aunque yo creo que hace más calor), hora de la siesta y del ventilador o aire acondicionado y de aquí a un rato a ponerse las pilas: algunos a trabajar, otros a la piscina o la playa a refrescarse, habrá quienes hibernen como los osos aunque sea verano y continúen con la siesta y luego están los que necesitan hacer algo, incapaces de estar en el sillón en casa toda la tarde y que necesitan pasear o hacer algo de deporte pero….”¡Qué estamos en verano!”, “¡Qué hace mucho calor!”, “¿Deporte en verano? ¡Tú estás loco!” y podríamos continuar con frases similares que a aquellos quienes practican algún deporte les entran por un oído y les salen por otro, ya que el hecho de estar verano no les impide hacer aquello que les gusta, eso sí, tomando una serie de precauciones como la de hidratarse, salir a horas en el que el sol no pique mucho, etc. y similares. Aún así decir que con el calor cuesta arrancar, por lo menos a mí, aún así continuo saliendo a correr, aunque al hacerlo por el paseo marítimo y viendo la playa tan de cerca, me quitaría las zapatillas de correr y me tiraría de cabeza al agua, he pensado en hacerlo muchas veces (sobre todo en estas últimas semanas) aunque nunca caigo en que no me he puesto ni biquini ni bañador y tampoco he cogido la toalla ¡vaya cabeza la mía! Sustituir las zapatillas por la sandalias, no implica dejar el deporte de lado, ya que tenemos un alternativa como es la natación.



 
Decir que ahora en verano en el agua es donde mejor se está, además que si lo aprovechas para nadar un rato te estarás poniendo en forma, un 2x1 en toda regla: refrescándote y haciendo algo bueno por tu salud, ya que la natación es uno de los deportes más completos[1] que hay por no decir el más completo, puesto que ejercitas todos los músculos del cuerpo y es por ello que muchos médicos lo recomiendan para ciertas lesiones y lo digo por experiencia propia, en mi caso por las rodillas primero y luego por el cuello y la espalda, empecé a practicarlo y la verdad es que me vino estupendamente, así que ya sabéis: a la playa o a la piscina a refrescarse pero también a ponerse en forma. ¡Al agua patos!

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